domingo, 14 de agosto de 2011

PeRdOn PeRo No OlViDoO....




Frase inútil a mi modo de ver.

La capacidad de perdonar está basada en un 95% de "saber olvidar". Perdonar es fácil y al mismo tiempo complejo.
Hace años un amigo me dijo que para ser feliz había que saber olvidar. Cuando lo dijo lo comprendí perfectamente. Sin embargo con el paso de los años me doy cuenta de la dimensión de esa frase y tiene más verdad y sabiduría de lo que yo misma esperaba. Saber olvidar es muy importante a la hora de poder vivir sin cargas emocionales negativas. ¿Que es lo que hay que olvidar? El rencor, el resentimiento, el odio, la sed de venganza, el egoismo, etc. Odiar a alguien, tener resentimiento y rencor no hace más que esclavizar y convertirnos en victimas de lo que o a quien odiamos. El objeto de nuestro odio o rencor puede vivir muy felizmente ignorando que nos consumimos poco a poco. A veces olvidar es terriblemente difícil. Pero es la única manera que curar las heridas emocionales que nos inflige la vida. Debemos convertir esas heridas en cicatrices. Si, a veces las cicatrices tambien duelen. Si logramos que nuestras heridas cicatricen, estamos en el camino correcto. No hay que olvidar las lecciones aprendidas a través de los errores, de las vivencias. No hay que exponerse inútilmente tampoco. Hay gente que pide perdón e reincide en sus errores. Perdonar pero no olvidar es vivir estancado en el estiércol emocional. Además es enfermizo incluso a nivel físico.

No perdonar no deja avanzar ni evolucionar. Quien no perdona vive enterrado en el rencor y nunca es feliz del todo.
Perdonar y no olvidar es vivir en un engaño. Estar pendiente de "¿que va a ser lo siguiente?" o "a la primera que me haga algo..." es perder el tiempo, además de vivir en una tensión sicológica permanente.
Por supuesto se es libre de no querer perdonar. Como muchas cosas en la vida es una elección personal. Decir que se perdona y no se olvida es vivir una mentira. Vivir un autocastigo. Si no se quiere perdonar pues no se perdona y punto.
El que se equivoca, comete un error y hace daño debe ser lo suficientemente honesto para recapacitar y reconocer el dolor causado. Pedir perdón no es tán difícil. Es incómodo y una especie de ataque al amor propio, al ego, al orgullo. Pero si te has equivocado, arréglalo. Si te perdonan es maravilloso. Sin embargo cuando no te perdonan se crea una situación incierta. ¿Que se puede hacer? Estoy descubriendo que no mucho. Si no te quieren perdonar...pues no puedes forzar situaciones. Es esa persona la que decide vivir con una losa emocional muy pesada. Quizás algún día se dé cuenta. Quizás no. Mirar hacia atrás solo puede provocar caidas en el camino de la vida.

Pedir perdón y humildad van de la mano...
La humildad nunca es señal de debilidad, todo lo contrario: engrandece el espíritu.
Perdonar y olvidar van de la mano...
Si extiendes tu mano en busca del perdón y encuentras un vacio, no tienes más opción que seguir tu camino. De momento es lo que estoy haciendo yo...Quizás algún día encuentre la respuesta adecuada.

Es preferible perdonar y olvidar. Libera. Dá alas. Perdonar con el corazón es otra forma de amar.

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